Muchas veces por herencia, transmitido en los genes de generación en generación. A veces no se elige, pero se agradece en el alma.

Otras veces ese amor llega después, te llega solo, porque tuviste la suerte de nacer en el barrio y te enamoraste de sus colores.

A otros les llega de repente, acompañaste a un amigo a la cancha y pasó; no sabés bien qué, pero pasó algo que te cambió para siempre. Pudo ser la forma de jugarlo o puede ser la forma de sentirlo. Pero hay algo que te enamoró.

El amor por el club llega de distintas formas y en distintos momentos. Pero sabemos que es para siempre. 

Y cuando amamos mucho, llega el momento de comprometerse. El compromiso de querer al club, de cuidar al club y de apoyar al club. Porque un club no se hace solo, se hace del compromiso de su gente. 

Por eso diseñamos un plan social que se adapta a cualquier etapa de la vida. Un plan que crece junto a vos, acompañando tu compromiso con el club.